viernes, 8 de mayo de 2009

TU ODRE DEBE SER APLOMADO


El Plomo.
Metal muy pesado de color gris azulado.
El plomo se fusiona o derrite a los 327,4 ° (grados) y comienza a hervir o su punto de ebullición es a los 1613°. Se oxida rápidamente al aire. Se utiliza en la creación de balas.

LA PLOMADA DE DIOS.

Amós, pastor de ovejas de Tecoa. No era profeta de escuela, no pertenecía a una familia de profetas; pero Dios lo llamó y le habló, seguramente como Samuel o Moisés que sin pensar en ser utilizados fueron llamados por Dios. Como Pedro que siendo un hombre del vulgo, sin educación, Dios lo llamó y cuando Dios llama es porque ya estamos escogidos desde mucho antes. ¡Gloria a Dios! Tan sólo debemos escuchar y creer que lo que Dios dice aquello será realidad.
Amós fue llamado en el tiempo del rey Uzias de Judá y Jeroboam II de Israel. Una época de gloria de bienestar para toda la nación. Era común que la clase dirigente esté compuesta por gente acomodada, ricos que se aprovechaban de su posición para adquirir más y más riquezas olvidándose de Jehová el Señor. Como señala un teólogo “ de gran riqueza, arrogancia, seguridad carnal, opresión al pobre, decadencia moral y culto formalista”.
Antes de ir a la plomada de Dios es importante observar que el rey Uzías, hijo de Amasías tenía sólo 16 años cuando inició su reinado y reinó 52 años. Buscó a Dios, hizo lo recto ante El y Jehová le prosperó. Dios le ayudó contra los filisteos (2° Crónicas 26), edificó torres, abrió cisternas en el desierto, fue amigo de la agricultura. Formó un poderoso ejército de 300000 guerrero fuertes y poderosos, creó o preparó escudos, lanzas, yelmos, cozeletes, arcos y hondas e hizo obras de ingeniería para la guerra. Su fama se extendió muy lejos porque se hizo poderoso.
Más cuando ya era fuerte su corazón se enalteció para su ruina. Ingresó al templo a realizar el trabajo que le correspondía al sacerdocio, pero entraron 80 sacerdotes de Jehová valientes y le dijeron su maldad… se llenó de ira y en su frente le brotó lepra, y habitó leproso en una casa apartada.
Acá llega el juicio de Dios, mediante el hombre sacado de atrás del ganado ¡aleluya! Como David, quien al ser el más pequeño Dios lo escogió. Porque Dios es grande en misericordia, de quien para el mundo no es de valor para Dios vale más que todo el oro del mundo.
Adonai, el Señor muestra a Amós:

1.- Criaba, o creaba langostas para destruir el heno que viene después que se sacaba lo del rey, es decir, la comida para el pueblo. Después de la cosecha de Diciembre, se sembraba para el pueblo porque lo primero era para el rey. Amós intercede por el pequeño Jacob, un pequeño grupo de los hijos de Dios, porque se había ido reduciendo la gran manada. ¿En los días de hoy? También el verdadero pueblo es pequeño. Jehová se arrepintió.
Esto significa hambre, dolor, soledad, desesperanza y caída en la droga y el alcohol como medio para satisfacer su alma.
Esta palabra es para hoy. Mira a tu alrededor; gente como zombie, sin rumbo no saben hacia a donde ir. No hay trabajos, recesión grande viene para Latinoamérica, pero para los escogidos de Jehová brillará el sol de justicia, no sabemos de donde, pero nuestro Jireh nos proveerá. Sí lo hizo con Israel llevándoles pan y carne ¡Gloria a Dios! Con nosotros también lo hará. Recuerdo cuando pequeño también pasábamos estrechez económica, pero no sabemos cómo, pero nunca nos faltó siempre en la mesa hubo alimentos.

2.- Este segundo juicio es con fuego. Consume un gran abismo y una parte de la tierra. Terremotos, tormentas eléctricas. En muchas partes del mundo los elementos del cielo han caído a la tierra ocasionando gran destrucción. Esto lo verán los impíos, entonces clamarán como en los días de Noé ¡Ábrenos ahora sí creemos! El ser humano duro de cerviz, duro de corazón siempre espera hasta última hora para ver y creer, más bienaventurados son aquellos que no viendo han creído. Todo esto ya está preparado, sin embargo gran parte de la tierra no lo ha vivido o mejor las generaciones de este tiempo no creen que esto pueda acontecer, porque el dios de este siglo con la ciencia a su favor les ha cegado el entendimiento. Amós clama ¡Para Señor, no lo hagas!

3.- Para nosotros no vienen langostas, ni fuego pero sí en este tiempo ha empezado el Señor a bajar la PLOMADA DEL ALBAÑIL.
Ya no tolerará más. Es tiempo para las mediciones. El nos pesará, el nos medirá ¿Estaremos rectos ante él?
Recordemos Daniel capítulo 5 “La escritura en la pared” del rey Belsasar hijo de Nabucodonosor, reyes Babilónicos, con las cosas santas de Dios (los vasos de oro y plata del templo de Jerusalén) se le ocurrió jugar.
Y mientras alaban a dioses de “basura” una mano apareció en la pared escribiendo un idioma que nadie podía leer (el idioma del cielo). Pero este Daniel le recordó quien fue su padre y como fue llevado a ser como bestia salvaje, reprende a este rey y antes que le conteste algo Daniel, lleno del Espíritu de Dios le traduce la dramática escritura:
Daniel 5:25-28 “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”
“CONTÓ DIOS TU REINO Y LE HA PUESTO FIN. PESADO FUISTE EN BALANZA Y FUESTE HALLADO FALTO. TU REINO HA SIDO ROTO Y DADO A LOS MEDOS Y A LOS PERSAS” ¡Aleluya! Esa misma noche murió el rey.
Acá Amós ve un muro hecho a plomo. El Señor Adonai sobre el muro y en su mano una plomada de albañil.
El juicio del Señor ha comenzado por la casa. ¿Quién se podrá resistir? Es tiempo de dejar el pecado. ¿Alguien hoy se volverá al Adonai? Dios misericordioso y clemente. Ahora mismo Dios esta con la plomada en la mano, ¿la sientes cerca? Está viendo tus caminos, tu construcción debe enderezarse estar a nivel o nivelada. Deja que su plomada te mida. Sí yo quiero ser medido, Amén.

No hay comentarios: