jueves, 16 de octubre de 2008


La vida del águila

El águila es el ave de mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una seria y difícil decisión.

Nuestras decisiones nos marcan. El aprender a decir Sí o No puede llevarnos a la vida o la muerte. No podemos esperar que otros tomen decisiones por nosotros, a veces son dolorosas pero más tarde nos alientan y recibimos recompensas eternas. ¿Qué lugar en este mundo ocupas hoy? Fue tu decisión, tu familia, tus amigos, tu trabajo, TU VIDA, es lo que has decidido. Tal vez sea tiempo, si te corroe el alma, de tomar decisiones importantes.


A los 40 años las uñas del águila están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho, sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas. Volar se hace ya muy difícil.

40 años. Cuando somos jóvenes pareciera que nunca llegaremos a vivir cuatro décadas y las semejanzas con el águila se van complementando. Vamos en decadencia física, el cuerpo se torna pesado, avanzamos con los kilos, el cabello se debilita, visitamos más la dentista para reemplazar aquellas piezas que no volverán. Pareciera que caemos a un abismo de insatisfacciones y empezamos a ver la vida diferente. Algunos se divorcian, otros adulteran, mienten y roban creyendo que es lo último que podrán hacer.

Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su dolorido proceso de renovación, que durará 150 días.

¿Caeremos en el pozo de la desesperación o enfrentaremos el proceso de la restauración? Muchos oprimidos y deprimidos no desean luchar contra el pesimismo que viene con los años. Hay otros que despliegan su sabiduría para enfrentar el mañana.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después, al encontrarse en el lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego de arrancarlo, esperará el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de cinco meses sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años más de vida.
Descansemos. En los momentos de renovación, que en nosotros ocurre día a día, es necesario un momento de meditación, de reflexión. Las luchas diarias, los problemas que enfrentamos son fuertes y quedamos con dolor en el alma, decepcionados por los que queremos, en soledad enfrentando retos que pensamos no podremos pasar. Te invito a luchar por lo que amas, a esperar que pase la tormenta y a recibir nuevas fuerzas en un Dios maravilloso.