martes, 30 de septiembre de 2008

EL ODRE DE JEREMÍAS


Jeremías 2: 13 “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas rotas que no retienen agua”.

El profeta Jeremías pertenece a la Generación del miedo, del temor por la palabra, del yo no puedo por esto, por aquello por la responsabilidad, por el qué dirán; una Generación que hoy se repite. Tanto siglos después y los Jeremías están haciendo nubes sobre la Palabra. Dios nos dice lo que hizo con nosotros desde antes que llegáramos al mundo, como nos cuida, nos santifica y nos sella, porque nos necesita. Watchman Nee, el gran predicador chino, en su Libro de la Oración nos dice que la Iglesia ha perdido su destino, su propósito, está como los adolescentes actuales NO SABEN HACIA ADONDE VAN y la Iglesia está en la disyuntiva si estar con el mundo o buscar la Santidad de Dios. Jeremías escuchó la Palabra “No temas delante de ellos” “A todo lo que te envíe irás” “Dirás todo lo que te mande”. Jesucristo nos deja la gran Comisión, con una orden tácita: ID, Vayan, corran, no busquen pretextos. Sí Cristo nos dice ID.
¿Qué está sucediendo? Por supuesto el pecado está abundando y ¿no abundaba también en la época de Jeremías? Todos apóstatas, adorando a dioses de Baal, matando sus hijos para dioses enemigos, gastando el tiempo en mediocridades, cambiando la gloria de Dios por lo que no aprovecha. Lo mismo hoy, debemos reconocernos pecadores, no estamos haciendo lo que Dios desea, le hemos dejado, poco nos acordamos del Señor, pareciera que fuera todo por nuestros medios y méritos. A fin de mes ¿Sientes satisfacción al recibir tu dinero? Esto yo me lo gané, es mío, pero ¿Dónde dejamos a Dios? Deberíamos agradecer porque Dios permite que aquello llegue a nuestras manos y al fin y al cabo todo es de él. TODO ES DE EL.


Nuestro Odre, la cavidad que debe ser llenada por la PRESENCIA DE DIOS, está con suciedad, no permite que sea la fuente que Dios quiere. Podemos inventar pozos, cisternas, vasijas, pero ninguna reemplazara la Tinaja del maestro, porque aquella es formada por él como perito constructor y alfarero y dador de Vida. ¿Qué agua estamos bebiendo? Cualquier río no sirve. Dios nos manda a beber del agua de la Vida que es Jesús mismo. El resto es tomar agua de Mara, amarga, dejar al Señor.
“Aunque te laves con lejía (solución de hidróxido sódico o potásico de gran poder desinfectante y blanqueador), y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí” Jeremías 2:22.
Este es el tiempo, Jesucristo trajo el perdón y la solución porque EL ES LA SOLUCION.
DIOS TE BENDICE.

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